Autora: Makeli0kissme
Personajes: Lee Ki Seop // Yeo Hoon Min // HoonSeop
Cuando me amaron...
Durante tres meses me dedique única y exclusivamente a
convertirme en el perfecto imbécil que la ciudad necesitaba y que él, tras su
partida, había dejado vacante. El alcohol ya no lo sentía como antes, algo en
su sabor se sintió diferente o simplemente era por razón suya que lo percibí de
tal manera. Y como tomar ya no era opción para olvidarlo opte por darle una
probadita a los cigarrillos, que (aunque sea una total vergüenza admitirlo) no
logre dejar hasta cinco años después cuando al fin madure.
Y durante ese tiempo locura y desenfreno propios de la
edad combinadas con un amor no correspondido nunca estuve solo, siempre hubo
alguien junto a mi cuando las botellas acababan echas trizas y yo insistía por comprar
un par más. Cuando no quise asistir a la Universidad e intente sin éxito dejarme llevar por la
magia del billar y la devastadora sensualidad de las chicas. Ese alguien
siempre estuvo a mi lado brindándome aliento y comprensión que la mayoría de
veces deje al olvido, estuvo sujetándome
firmemente para que no cayera en la depresión y en cualquier otro vicio más.
Ese alguien siempre fue Hoon. Soporto mis
irrespetuosas e inexistentes agresiones verbales y los golpes llenos de rabia
que cada fin de semana procuraba darle. Soporto todo. Siempre fue él… ¿y cómo
pague su tan preciado apoyo? Con más tragos y cervezas.
Es entonces que decidí que no lo vería nunca más
porque en la forma de su cuerpo veía a otra persona. Porque en su rostro algo
me decía que para Hoon yo lo era todo, tal como un día creí ver en otros ojos
que ahora ya no eran míos.
Y todo lo que era, me recordaba a él.
Cinco meses más tuvieron que pasar para volver a ver a
Hoon, a quien sin piedad opte por dejar de ver al encontrarme en un estado de
abandono propio, y por los mil demonios que había sido un completo imbécil al
creer que mi amor seria correspondido por quien ese momento apode como “el puto”.
Nuestro inesperado encuentro ocurrió al enterarme que
el año ya estaba perdido para mí y tendría que recuperar los cursos en el
siguiente semestre o en definitiva, cambiarme de carrera. Frustrado por
tremenda noticia muy bien merecida camine sin rumbo por los pasillos de la
facultad, distraído y sumamente devastado tanto que el sonido de vidrios rompiéndose
fue lo único que me hizo reaccionar. Entonces, Hoon hizo acto de presencia ¿me habría
estado siguiendo o fue pura casualidad que apareciera como un héroe en el
momento en que el balón estaba a punto de darme en la cabeza? Ni idea, solo sé que fue el inicio de una
posterior gran mentira.
“Te amo, dame
una oportunidad” fue lo primero que oí salir de sus labios y creyendo
que había sido un error por parte mía
continúe con mi andar ignorando su acto heroico y lo anteriormente
dicho, lo siento tanto…
¿Cómo podría amar a mi mejor amigo? ¿Cómo podría
amarte Hoonie? Si en mi mente aun estaba él
presente ¿Cómo podría amarte si ni yo mismo sabía que era sentirse amado? ¿Cómo
podría darte una oportunidad si cuando te veo a quien realmente reconozco no es
a ti?
Oh, Hoon ¡Cuánto lo siento!
Lo siento, lo siento mucho…
“Yo también te
amo” respondí.
Esa frase fue en definitiva la demostración de cuan imbécil
me encontraba en ese entonces, fui tan egoísta, torpe, idiota y malcriado… fui
tantas cosas con tan solo dieciocho años que aún no puedo creer que hayas
seguido a mi lado hermano.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario