Una acusación infundada.

Titulo: Una acusación infundada.

Autor: Makeli0kissme

Personajes: Lee Kiseop y Kim Jaeseop // UKISS

Advertencia: AU 

Comentario: Parece que se me a prendido el foquito y bueno, salio esto. Aparte que hace mucho no escribo nada sobre 2seop <3 <3 una de las primeras couples que seguí y hoy en día sigo amando.

¡A leer!

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– ¿Lo hiciste tú?

– Por supuesto ¿Por qué lo preguntas? – respondió aun sonriendo.

– Porque se ve como algo que Jaeseop haría…

– Ah… eso. – Lo suponía, habían hecho la tarea juntos en la casa del menor, pero en definitiva no había osado en copiar lo que este hiciera – entiendo lo que tratas de decir, y bueno, estas equivocado.

– Si tú lo dices, entonces debe ser cierto – Kiseop suspiro, aun notaba la burla en el tono de su compañero – aunque ni tu podrías negar que existe cierto parecido entre las respuestas de ambos, toma – el trabajo de Jaeseop cayo de sorpresa sobre la carpeta de Kiseop y entonces comenzó a chequearlo – ya me dices si le encuentras parecido o no…

– No es cierto. – susurro. Sus compañeros continuaron rieron intentando minimizar la situación. Y mientras se decidía entre dejarlos hablando solos o permanecer allí, su corazón parecía romperse por tal acusación infundada; noto entonces que Jaeseop se acercaba. Agacho la cabeza fingiendo que no lo había visto y también sonrió afligido.  

Debía irse, rápido, rápido.

– Hola chicos – no, no, no – ¿molestando a Kiseop, de nuevo? – Libero una sonrisa melancólica y prosiguió a levantarse de su asiento, no podía continuar con esta situación… – pero no te vayas Kiseop, aún no hemos aclarado sus dudas.

– Jaeseop, por favor. – Hablo y finalmente cruzaron miradas – déjame ir… – continuo, ahora bajando el volumen de su voz, dio un paso abriéndose espacio entre Jaeseop y sus compañeros mientras tocaba el brazo del primero intentando lo dejara de sujetar de los hombros.

– Esta bien, pero no olvides que pasare por ti a las tres.

Salió inquieto del aula, camino por el instituto intentando despejar su mente, saludo a sus amigos, conocidos, a los profesores y finalmente paro cuando llego frente a la gruta. Ese lugar le encantaba, desde la apariencia antigua y descuidada que tenía hasta la gran variada cantidad de plantas que diariamente eran custodiadas. Pero más que todo, la razón por la que había caído “enamorado” de este lugar era porque nadie más que el conserje y el jardinero se acercaba a él.

– ¿Por qué tan temprano? ¿No deberías estar en clases muchachito? – una sonrisa se impuso entre sus labios y camino hasta donde el conserje se encontraba.

– Es que me sentía un poco mal, parece que había algo en mi desayuno. – Mintió – el profesor ya me dejo ir.

– Tomar solo un vaso con leche no puede considerarse desayuno, pequeño.

– Si… quizás tenga usted razón. – tomo entre sus manos la hermosa florecilla celeste que le había mostrado el mayor y quiso entonces, poder mostrársela a Jaeseop.

– ¿Algo te hicieron tus compañeros, verdad?

– No en realidad. Solo me sentí incómodo y preferí salir del aula, realmente no sé cuándo es que paso tanto tiempo. Ya son casi las tres, Jaeseop debe estar preguntándose donde me metí y no le gustara que lo deje esperando.

– ¿Jaeseop? Te refieres al chico raro que está en primer puesto. – bromeo el conserje.

– Al mismo – respondió también bromeando – quizás luzca algo serio y poco hablador, pero es todo lo contrario. Si todo el mundo lo conociera descubriría fácilmente lo genial y buena persona que es.

– Tienes razón, no es bueno juzgar a las personas por su apariencia.

– Bueno, fue un gusto hablar con usted. Saludos a su familia. – prosiguió a marcharse, sin embargo, antes que lograra alejarse un poco más fue llamado por el adulto.

– Acércate  – dijo tranquilo – te daré un consejo y espero lo tomes en cuenta: cuando alguien ama, se nota. Esta persona podrá negarlo, pero es evidente que ese chico – levanto la mano y señalo a Jaeseop quien se encontraba distraído, sentado sobre un par de rocas. – podrá esconderse, pero ese chico te ama. Te ha esperado casi desde que llegaste. Lucia algo ansioso al principio, quizás te hizo algo que considero no era adecuado, pero, sea lo que sea, perdónalo.